Dolor

Me duele todo, ¿Tengo fibromialgia?

Me duele todo, ¿Tengo fibromialgia?

El dolor corporal difuso y persistente durante meses o años, es algo con lo que muchas personas acostumbran a vivir sin saber realmente porqué. En ocasiones, enfermedades crónicas de base, trabajos físicos demandantes y repetitivos, o el sueño no reparador, son percibidos por el paciente como la justificación a esos dolores.

Si experimentas dolor crónico sin razón aparente, cansancio, si duermes mal o tienes dolores de cabeza frecuentes, quizás es el momento de acudir a un profesional médico porque todos estos síntomas pueden indicar que padeces fibromialgia.

¿Qué es la fibromialgia?

La palabra fibromialgia proviene del latín, y significa dolor muscular y de los tejidos fibrosos como son los tendones y los ligamentos. A pesar de que es un síndrome reconocido por la OMS desde 1992, las personas que padecen fibromialgia han visto como su dolencia y su dolor han sido menospreciados por lo genérico de sus síntomas, o por considerarlo como simples “quejas” por parte de quien la sufre.

La realidad es que, a día de hoy, se desconoce con precisión el origen de esta enfermedad, lo que dificulta su diagnóstico al no disponer de una prueba específica, y su concepción como un problema real que afecta a más de un millón de personas en España, siendo las mujeres las principales afectadas (sobre el 85% del total).

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Dr. Mayoral Rojals, especialista en Unidad del Dolor

La fibromialgia es un síndrome de sensibilización central (SCC). En este tipo de síndromes, las neuronas del sistema nervioso son más susceptibles a reaccionar ante los estímulos, por lo que amplifican la transmisión de los impulsos de dolor

Cualquier persona puede experimentar dolor físico o fatiga en un momento u otro debido a varios motivos, pero cuando hablamos de fibromialgia hemos de ser conscientes de que estos síntomas se experimentan sin razón aparente y persisten en el tiempo por meses o años antes de llegar a su diagnóstico

Además del síntoma principal, el dolor difuso o generalizado, incluso a estímulos que no provocarían dolor, la fibromialgia puede presentar otros como alteraciones del tránsito intestinal, falta de sueño o problemas para conciliarlo, incontinencia, estrés o ansiedad.

Diagnóstico de la fibromialgia

El diagnóstico de la fibromialgia es un proceso complejo debido a que sus síntomas pueden encajar con muchas otras dolencias. Al desconocerse su origen, esto hace que no exista una prueba o un marcador fiable que permita hacer un diagnóstico rápido y preciso. 

Ni análisis de sangre ni radiografías nos dirán si padecemos fibromialgia, pero junto a otras pruebas (electrocardiogramas, análisis inmunológico, etc.) sí que podrán ayudar a los profesionales médicos a descartar otro tipo de patologías, lo que poco a poco facilitaría su diagnóstico.

Existen también una serie de zonas en nuestro cuerpo en las que suele presentarse el dolor relacionado con la fibromialgia:

  • Región lumbar
  • Cuello
  • Tórax
  • Muslos

Los criterios del American College of Rheumatology (ACR), actualizados en 2011, establecen el Índice de Dolor Generalizado (IDG), que consta de 19 puntos dolorosos en los que el dolor puede haber aparecido en las últimas dos semanas, así como el Índice de Severidad de los Síntomas (ISS), que hace referencia al grado de cansancio, sueño, a los síntomas cognitivos y a los somáticos.

Criterios necesarios para el diagnóstico de la fibromialgia

1. Dolor y síntomas presentes durante la semana anterior, basado en el total de: Cantidad de zonas doloridas de 19 partes del cuerpo

  • Más un nivel de gravedad de estos síntomas:

a. cansancio;

b. despertar con cansancio;

c. problemas cognitivos (de memoria o del pensamiento);

  • Más varios otros síntomas físicos generales.

2. Síntomas que permanecen tres meses como mínimo en un nivel similar.

3. No hay otro problema de salud que pudiera explicar el dolor y otros síntomas.

Si queréis ampliar información podéis visitar la web del Hospital del Mar en Barcelona, que describe con detalle la severidad de los síndromes

Tratamiento de la fibromialgia

La fibromialgia no tiene cura, por lo que su tratamiento está enfocado a mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen. Esto se consigue mediante una aproximación multidisciplinar centrada tanto en el aspecto físico como en el psicológico.

Existen diferentes abordajes en función de la gravedad de los síntomas o de la aceptación de determinados tratamientos. En los casos menos severos, a menudo basta con actividad física, una dieta correcta y tratamiento farmacológico. Pero para aquellas personas cuyo dolor sea muy intenso e incluso incapacitante en algunos momentos, el tratamiento psicológico para aprender a manejar el dolor puede llegar a ser muy importante. 

MIVI Instituto Aliaga tiene su propia unidad dedicada especialmente a la fibromialgia, enfocada en mejorar la calidad de vida de los pacientes acompañándolos durante todo el proceso hasta su mejoría. La fibromialgia no tiene un tratamiento universal, por lo que cada caso es diferente.

Gracias a su enfoque holístico y multidisciplinar, cada persona tiene un equipo de profesionales trabajando de forma personalizada en su caso para proporcionarle la mejor asistencia y el mejor tratamiento.