Actividad física

Qué es el Qigong y cómo puede ayudarte a mejorar tu salud

Qué es el Qigong y cómo puede ayudarte a mejorar tu salud

El tratamiento del dolor está compuesto por varias acciones que nos pueden ayudar a mejorar nuestra calidad de vida. Desde el tratamiento farmacológico hasta la ayuda psicológica, pasando por una correcta nutrición y por la actividad física, el tratamiento requiere de un enfoque multidisciplinar para abordar todos los aspectos de la enfermedad.

Centrándonos en la actividad física, hay muchos tipos de ejercicios que podemos realizar para mejorar nuestra salud y aliviar los síntomas de esta patología. Hoy nos gustaría hablar sobre una técnica que cumpliría una doble función, porque trabajamos nuestro cuerpo y también nuestra mente: el Qigong o Chi Kung.

¿Qué es el Qigong?

El carácter chino qi (chi) hace referencia al flujo vital de energía, y la palabra Qigong significa “trabajo de la energía vital”. El Qigong, también conocido como Chi Kung, es una terapia medicinal china cuyo origen se remonta al siglo VI a.C., en el que ya se hacía hincapié en las propiedades curativas de este conjunto de técnicas.

Como en muchas otras disciplinas de la medicina tradicional china, el Qigong consta de una serie de técnicas en las que combinamos tres aspectos vitales: movimiento, respiración y concentración

El objetivo del Qigong es aumentar y hacer circular nuestro chi o fuerza vital. Para ello, ejecutamos una serie de posturas estáticas y movimientos fluidos y lentos, que combinamos con una respiración pausada y profunda.

Los beneficios del Qigong

Como decíamos, la práctica del Qigong aporta beneficios tanto físicos como psicológicos. A nivel corporal, el Qigong nos ayuda a mejorar nuestra flexibilidad y equilibrio mediante las diferentes posturas que realizamos. También, y esto es especialmente interesante para las personas con dolor, ayuda a reducir su intensidad y alivia la tensión muscular. 

Gracias a que no es un tipo de ejercicio aeróbico que pueda causar desgaste en las articulaciones o los músculos, como puede ser el running, el riesgo de lesión es muy bajo. Con esto no decimos que correr sea malo para las personas con dolor, pero sí que para ejercicios más demandantes es necesaria la supervisión y planificación de un profesional médico.

A nivel psicológico, la ejecución pausada y la combinación con técnicas de relajación mediante la respiración y la concentración, nos ayuda a reducir los niveles de estrés y a mejorar nuestro estado de ánimo. Es sabido que patologías relacionadas con el dolor crónico, como la fibromialgia, están asociadas a la depresión y a otros problemas psicológicos debido a sus síntomas, por lo que es importante realizar actividades que minimicen este impacto negativo.

En el Instituto Aliaga sabemos que mantenerse activo es importante para mejorar la calidad de vida de las personas con dolor, y por eso ponemos a disposición de nuestros pacientes a un completo equipo multidisciplinar para ayudarles y guiarles durante todo el proceso.